Antártida
Alquiler de Yates en Antártida
De otro mundo y magnífico, el Continente Antártico es un destino donde la naturaleza es abundante y la blancura de los glaciares nevados es inimaginable. Alquilar un yate en esta zona es la forma perfecta de explorar la Antártida, dándole la libertad de navegar a través de los glaciares y disfrutar de la belleza de la naturaleza de cerca y de forma personal. El mejor momento para visitar la Antártida es entre los meses de noviembre y marzo, cuando las temperaturas son ligeramente más altas y hay más de 20 horas de sol al día, lo que permite un tiempo de crucero más largo. Cubierta de hielo y en gran parte intacta por los humanos, la tierra de la Antártida ofrece algunas de las vistas más bellas del mundo. El avistamiento de ballenas es uno de los fenómenos más espectaculares que se pueden observar mientras se navega por la Antártida. Asegúrese de buscar colonias de pingüinos que se zambullen desde los glaciares hacia las profundidades del mar azul y las manadas de focas que se mueven con gracia tanto en tierra como en el mar. Los seductores icebergs son una vista magnífica, con su imponente tamaño a gran altura sobre el nivel del mar. La Antártida es un sueño para los amantes del aire libre, con su abundante vida salvaje y sus gloriosas estructuras glaciares.
Navegue entre los imponentes icebergs y explore el magnífico país de las maravillas invernales de la Antártida. En completa soledad, usted puede experimentar verdaderamente la belleza de este continente. Dirígete a la isla Decepción, conocida como uno de los lugares más increíbles del mundo. Esta isla en forma de herradura está situada a poca distancia de la península, adornando un volcán activo con impresionantes paisajes glaciares. Navegando hacia el sur, encontraremos el Canal Lemaire, que se destaca por su escarpada costa de la Isla Booth, donde se puede navegar por el famoso Kodak Gap. La Antártida es realmente un destino que supera fácilmente todas las expectativas y garantiza una oportunidad única en la vida para ver una de las últimas partes vírgenes del planeta. El punto más meridional del mundo es nada menos que un destino de ensueño, que le proporciona unas vacaciones que conservará para siempre.